Segunda
Parte
El reciente fenómeno de
las celebrities o famoseo, nos devora por momentos, se lleva mucho llamar la
atención. Ecosistema que premia al descaro de llamar la atención sin ningún
logro que lo justifique. Marca tendencias made in BL_USA, la nación hermana
mayor de las naciones de la tierra, que posiblemente por su juventud, tenga poco
fondo moral. Que nos impone no sólo su lenguaje sino su jerga, sus dioses, sus
comidas y sus costumbres, sin la que los mundos de la informática, la
comunicación se nos harían incomprensibles. Socialmente sólo Kim Kardasian, por
ejemplo tiene en los archivos de N.Y. Times más de 1.700 menciones más que
España, preocupante para nosotros. Su logro es su cuerpo que le ha dado la
Fama. Así que si los empresarios, políticos, mandatarios y nosotros los
ciudadanos de a pié, sacrificamos nuestras convicciones (de lo que estamos
seguros convencidos), y lo hacemos continuamente en el altar políteo de un
poder que concede favores a cambio de sumisión, pues ya no somos empresarios,
políticos, mandatarios, ni siquiera personas libres, somos esclavos que hemos
vendido por harapos y migajas nuestra libertad para decidir. Y así es que
tenemos para acabar este predicamento en el desierto, el caso de un muchacho
que pedía consejo…
“Me he portado bien,
con lo honesto y lo honrado, me he esforzado en ser una buena persona, estudié
una carrera, me he casado y tengo hijos, no consumo drogas, pago mis impuestos,
no fumo, hago deporte, trabajo las horas que hagan falta y ahora resulta que
soy un fracasado, estoy en paro y desesperado y resulta que el consenso social
premia todo lo contrario, los que triunfan son los otros, hay que vestir mal,
oler peor, tirarse pedos, ser maricón o lesbiana, no saber leer ni escribir, ya
no está bien visto el “dar” se lleva “pedir”, los programas de más éxito son
los de peor calidad, triunfan los tipos de baja estofa y moral. Me equivoqué en
desear lo mejor para mi sociedad y para mí o es que todo lo que me habéis
enseñado durante mi vida era mentira.”
¿Cómo explicarle ahora que la sociedad que le envió
de explorador en busca de mejoras, de buscar el bien común, de ensalzar los
valores que mejoran la vida, es la misma que ha sucumbido a todos los vicios, y
que ahora le condena al altar de los sacrificios?
Mientras que el ser
humano no se decida a evolucionar, será inútil del todo promulgar leyes,
decretos o lo que sea. Un ser humano es su forma de ser y de pensar, que es una
arquitectura de valores para construir, así como pienses, así será tu
comportamiento.
…De qué le ha valido a
Zurgena vender su alma por unas lonchas de jamón, si ahora no queda ni el papel
de la envoltura. ¿Cuántos miles de años más ha de arrastrarse el ser humano,
antes de decidir ponerse de pié y mirar arriba en busca de un futuro mejor?...