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domingo, 20 de octubre de 2013

De lo Honesto, Segunda parte y Fin


Segunda Parte

El reciente fenómeno de las celebrities o famoseo, nos devora por momentos, se lleva mucho llamar la atención. Ecosistema que premia al descaro de llamar la atención sin ningún logro que lo justifique. Marca tendencias made in BL_USA, la nación hermana mayor de las naciones de la tierra, que posiblemente por su juventud, tenga poco fondo moral. Que nos impone no sólo su lenguaje sino su jerga, sus dioses, sus comidas y sus costumbres, sin la que los mundos de la informática, la comunicación se nos harían incomprensibles. Socialmente sólo Kim Kardasian, por ejemplo tiene en los archivos de N.Y. Times más de 1.700 menciones más que España, preocupante para nosotros. Su logro es su cuerpo que le ha dado la Fama. Así que si los empresarios, políticos, mandatarios y nosotros los ciudadanos de a pié, sacrificamos nuestras convicciones (de lo que estamos seguros convencidos), y lo hacemos continuamente en el altar políteo de un poder que concede favores a cambio de sumisión, pues ya no somos empresarios, políticos, mandatarios, ni siquiera personas libres, somos esclavos que hemos vendido por harapos y migajas nuestra libertad para decidir. Y así es que tenemos para acabar este predicamento en el desierto, el caso de un muchacho que pedía consejo…

“Me he portado bien, con lo honesto y lo honrado, me he esforzado en ser una buena persona, estudié una carrera, me he casado y tengo hijos, no consumo drogas, pago mis impuestos, no fumo, hago deporte, trabajo las horas que hagan falta y ahora resulta que soy un fracasado, estoy en paro y desesperado y resulta que el consenso social premia todo lo contrario, los que triunfan son los otros, hay que vestir mal, oler peor, tirarse pedos, ser maricón o lesbiana, no saber leer ni escribir, ya no está bien visto el “dar” se lleva “pedir”, los programas de más éxito son los de peor calidad, triunfan los tipos de baja estofa y moral. Me equivoqué en desear lo mejor para mi sociedad y para mí o es que todo lo que me habéis enseñado durante mi vida era mentira.”

 ¿Cómo explicarle ahora que la sociedad que le envió de explorador en busca de mejoras, de buscar el bien común, de ensalzar los valores que mejoran la vida, es la misma que ha sucumbido a todos los vicios, y que ahora le condena al altar de los sacrificios?

Mientras que el ser humano no se decida a evolucionar, será inútil del todo promulgar leyes, decretos o lo que sea. Un ser humano es su forma de ser y de pensar, que es una arquitectura de valores para construir, así como pienses, así será tu comportamiento.

…De qué le ha valido a Zurgena vender su alma por unas lonchas de jamón, si ahora no queda ni el papel de la envoltura. ¿Cuántos miles de años más ha de arrastrarse el ser humano, antes de decidir ponerse de pié y mirar arriba en busca de un futuro mejor?...